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Genes de un padre desconocido transportan a Lear, protagonista de “La mosqueta”, sobre una montaña rusa que bordea la esquizofrenia. Los de su madre, fan de Los Beatles, le aportan la claridad y el equilibrio necesarios como para no andar por la vida tropezando a cada paso.

 

Sin embargo, las emociones desencadenadas por la ruptura de su noviazgo con Julia –ex novia– lo hacen trastabillar, tanto, que entre sentimientos contradictorios y titubeos modificarán su personalidad y el rumbo de su vida.

 

Cuando lo encontramos sus pretensiones son breves e inmediatas. De momento, olvidar a Julia, cuya ansiedad por casarse la llevó a cerrarle la puerta en las narices.

 

Por cierto, el trabajo de Lear no le ayuda en absoluto, conduce un taxi por las noches y es durante el día cuando lo acosa el insomnio. Para apartar la imagen de Julia de su mente ha ensayado mil procedimientos diferentes y no lo consigue.

 

Inmerso en tales afanes le ocurre algo que duda sea producto de su imaginación: un extraño, venido del futuro según afirma, se interesa en su relación con Julia. Sea real o imaginario, esta circunstancia particular terminará de trastocar su realidad y deberá apañarse como pueda.

 

Comprende que sólo hay dos posibilidades, o está volviéndose loco o la aparición es real. ¿Debajo de cual de ambos cubiletes estará la bolita? Dilucidar tal cuestión dejará de ser lo más importante: para Lear la realidad es un huracán que derriba montañas y él no admite perder el equilibrio o quedar mal parado, aunque tal sea su naturaleza.

 

Los diferentes sucesos que envuelven al taxista traen a su memoria retazos de temas de los Beatles, quienes acompañando los quehaceres de su madre lo rodearon durante su niñez. Al ser algo mayor dedicó tiempo a traducir sus letras, que han pasado a formar parte de la inmanencia de Lear. Hoy a cada paso las tiene presente, tanto que se entrometen en su prosa sin que haga nada por evitarlo. Pues sí, desde joven ha llevado un pormenorizado diario personal, y aquí nos refiere la última parte de él.

 

Ya sea con la imaginación o mediante el procedimiento que le enseña el viajero del tiempo, Lear viajará al futuro. Aquí, en el presente, una pareja de amigos procurará conseguirle nueva novia sin demasiado éxito.

 

Su tío, antes de morir, despejará el misterio de su padre ausente abriendo nuevas interrogantes. Y solazando su rutina, una madura y sexy psicóloga lo acosará de diversas formas.

 

Lear nos relata su historia con un estilo de escritura directo, cotidiano, que si bien está al alcance de todo tipo de público contiene elementos diversos a los que se accederá según el intelecto y la cultura del lector.

 

Por todo esto "La mosqueta" es una novela difícil de clasificar. ¿Trama psicológica? ¿Ciencia ficción? ¿Comedia romántico-erótica?

 

Quizás todo eso en un mismo paquete. En definitiva, un texto diferente íntimamente conectado a la música de The Beatles, la psicodelia y el Montevideo de los últimos treinta años, con momentos de drama y humor cuyo único cometido es dar al lector un momento de lectura placentero.

Luego dime si el cometido se ha logrado.

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